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NADA HARA QUE CAMBIES TU PASADO HAGAS LO QUE HAGAS EL PASADO SIEMPRE VUELVE UNA Y OTRA VEZ A PERTURBARTE. ERES TU PROPIA VICTIMA Y TU MAYOR VICTIMARIO PEDOFILO.

QUE CONDENA MERECE UN PEDOFILO?

TUS FOTOS EN INTERNET?

viernes, 25 de diciembre de 2009


He leído en un blog que la Navidad para los niños abusados suele ser muy angustiante, porque la mayoría de los abusos sexuales ocurren en el ámbito familiar.
Eso me llevó a un episodio que viví hace unos años y el cual me gustaría contarles.
Era una nochebuena, la familia reunida, estaba yo en la casa de un amigo saludándoles pronto a regresar a mi casa con mi familia.
Una niñita, sola sentadita silenciosa, de unos tres años aproximadamente, estaba triste y no jugaba. Me llamó la atención que mientras todos se divertían con música y algunas estrellitas ella esté solita, mirando todo desde lejos sin participar.
Su madre tenia un protagonismo absoluto entre sus familiares, el centro de atracción, reía, hablaba casi gritando, cantaba, se divertía, sin advertir a su hijita. Atribuí el comportamiento de la niña al carácter de su madre, pensé: con una madre así cualquier niña sería tímida.
Me llamó mucho la atención igualmente el cuidado sobreprotector de su padrastro, el novio de su madre, advertí que le insistía que cambie la cara, que se divierta, que juegue con los otros niños, a lo que la pequeña se negaba, casi al borde del llanto.
Con el tiempo mis sospechas se confirmaron, ese hijo de puta abusaba de la niña.
Se supo cuando la niña comenzó el jardín de infantes, lo manifestó con dibujos.
Su madre nunca mas volvió a reir y a tener ese carácter exageradamente alegre. Volví a verlas unas navidades mas tarde y ambas habían cambiado mucho.
La niña seguía igual de triste y quieta, y su madre sosteniéndola en su regazo la abrazaba y no se alejaba de ella.
Hablando con mi amigo, supe que la niña estaba bajo terapia psiquiátrica al igual que su madre, y que ambas no podían superar facilmente el abuso sexual de la niñita.
Anoche volví a verlas, la niña jugaba con estrellitas y ya no miraba a los otros niños sentada distante, estaba de pie y hasta sonreía.
Admiro a su madre, su fortaleza, y la valentía con la que acompañó a su hijita en ese momento tan difícil, el haberle creído y alejado de su agresor sexual.
Supe también que la niñita amaba a su padrastro de entonces, e imaginé el gran dolor que había significado para ella perderlo a pesar de todo. Aunque la haya lastimado para siempre, aunque la haya corrompido. Lejos de el comenzaría a sonreir plenamente y su vida cambiaría para bien.
Su madre estará para cuidarla, para vigilarla de estos amorales desquiciados, para que nunca mas vuelvan a lastimarla, sin dudarlo la defenderá con su vida.